¿Cómo conectar emocionalmente con tu hijo o hija?

8 octubre 2019
8 octubre 2019 Natalia

Entiendo que si lees este post es porque quieres saber más sobre tu bebé, tu hij@, porque quieres ayudarle a crecer, acompañarlo y comprenderlo. Pero para ello, necesitas saber algo más acerca de ti mism@ y por ello te invito a que dediques unos minutos a mirar dentro de ti haciéndote las siguientes preguntas:

  • Ante una situación crítica, ¿qué haces? ¿enfocas la solución de manera racional o te fías más de tus impresiones y sentimientos y actúas en consecuencia? ¿en qué te parece más seguro confiar, en la lógica o en las emociones?
  • ¿Qué haces cuando alguien cercano expresa emociones muy intensas? ¿sientes rechazo intenso, sobrecarga emocional y necesitas poner distancia? ¿tratas de quitarle importancia a la situación pensando que su emoción se disipará?, o ¿sientes un impulso fuerte de cuidarle haciendo todo lo posible para confortarle y que vuelva a una emoción más positiva?
  • Cuando te separas de las personas más cercanas a ti, ¿notas un intenso malestar, como si te abrumara una sensación de desamparo y soledad?

Pues bien, estas y otras preguntas revelan información sobre tu estilo de apego y cómo éste afecta de manera directa a la forma en que tu bebé o hij@ se relacionará con los demás y consigo mism@ en el futuro. Por lo tanto, la relación que establezcas con tu bebé o hij@ comienza en tu propia historia vincular.

¿Qué es el apego?

Es la relación que se establece entre un bebé y sus principales figuras de cuidado. Esta relación comienza desde el primer minuto tras el nacimiento. La función principal del apego es regular el comportamiento de esas figuras de apego (cuidadores principales) para mantener la proximidad entre ambos y poder así sobrevivir.

Los principios básicos del apego seguro es que la figura de cuidado al cargo sea capaz de conectar con sus propias emociones, saber identificarlas y localizarlas, por ejemplo, estoy triste y lo noto en la garganta y poder reconocer qué es lo que ha activado esa emoción, por ejemplo, la muerte de mi mascota. También tiene que tener la habilidad de saber reducir sus propios estados emocionales, a esto lo llamamos autorregulación y los de su bebé/niñ@/adolescente/adulto (co-regulación). Si como madre o padre eres incapaz de conectar con tus propias emociones y autorregularlas, no podrás dar un apego seguro.

Otro principio básico es que el adulto sea capaz de conectar con sus propias necesidades emocionales y fisiológicas y poder cubrirlas, así como conectar con las necesidades de su hij@ y cubrirlas también.

Impedimentos para el apego seguro

Se van a poder diferenciar tres tipos de problemas: los que tienen que ver con factores del cuidador principal, los que tienen que ver con el bebé y los que corresponden a la interacción cuidador principal y bebé.

  • Impedimentos del cuidador principal:
  1. Apego inseguro en el cuidador. Cuando no se cumplen los principios básicos mencionados más arriba.
  2. Estos pueden ser anteriores a la concepción, dificultades en la concepción, embarazo (violencia obstétrica, duelo perinatal, parto complicado), muertes, separaciones, etc.
  3. Problemas de salud mental en el cuidador.
  4. Momento de estrés vital: desempleo, separación, problemas de salud.
  • Impedimentos en el bebé:
  1. Condiciones del embarazo: consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias, estados emocionales alterados en la madre gestante. Debido a esto el desarrollo del sistema nervioso central se puede ver comprometido y producir problemas de co-regulación.
  2. Anomalías cromosómicas.
  3. Nacimientos prematuros.
  4. Dificultades al nacer, tipo de parto.
  5. Niños adoptados.
  6. Problemas de salud, cólicos del lactante, intolerancias, problemas del sueño, etc.
  7. Separaciones físicas: al nacer, en el postparto, por motivos médicos, por trabajo.
  • Impedimentos que surgen en la relación entre el cuidador principal y el bebé:
  1. Carácter del bebé.
  2. Disparadores en la madre y en el bebé.

Como demuestran los estudios, el estado emocional del cuidador es crítico para la formación correcta del cerebro de su hij@. El cuidador tiene que estar emocionalmente bien.

Hay muchas circunstancias que pueden romper o dificultar el vínculo, pero las más frecuentes se encuentran en torno al nacimiento del bebé. La primera es la separación física al nacer.

La separación emocional es también un impedimento para la formación del vínculo. Se ve en casos en los que la madre siente al bebé dentro de su vientre como a un extraño.

Pero estos impedimentos pueden superarse y las investigaciones actuales indican que es posible progresar hacia un apego seguro, a pesar de haber vivido situaciones difíciles en la infancia. Pero, para ello, si al leer este post te has dado cuenta de que no cumples los principios básicos del apego seguro y/o se dio alguno de los impedimentos mostrados más arriba necesitarás de la ayuda de un profesional especializado en apego, trauma y en terapia familiar para reparar estas heridas vinculares tanto en ti como en tu hij@.

No obstante, os dejo algunas indicaciones de cómo crear una base segura en tu hij@:

  • Siendo sensible con él/ella
  • Predecible
  • Consiste en tus respuestas
  • Siendo empático
  • Estando atento a las señales de tu bebé
  • Dando una respuesta rápida a sus necesidades
  • Mostrándote disponible emocionalmente
  • Proporcionándole una visión positiva de sí mism@

Para poder hacer esto, el autocuidado de ti mismo como madre o padre es imprescindible, ya que solo podrás sintonizar con tu bebé si estás bien contigo mism@. Por lo tanto, si no lo estás, es importante que puedas hacer un trabajo personal para llenarte de herramientas de gestión emocional (con ayuda de un terapeuta si es necesario), cultiva y haz uso de una buena red social, apóyate en tu pareja si la tienes, comparte experiencias con otras madres y padres, ventila emociones, recoge ideas, diviértete, baila y ríe.

Para terminar, me gustaría transmitirte que desde el profundo amor que sientes como madre o padre por tu hij@, lo has hecho lo mejor que has podido dadas tus circunstancias y tus vivencias personales, así que si sientes dudas sobre algunas de las decisiones o actitudes que has tomado, te invito a que seas amable y compasivo contigo mism@, porque si algo sabemos de las familias es que todo se hace desde el amor, poniendo en marcha todos los recursos personales de los que disponemos y con la máxima entrega que nos es posible. No se trata de criar hij@s perfectos sino de cómo acompañarlos de la mejor forma posible en su desarrollo, teniendo en cuenta todas las circunstancias que nos rodean.

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